¿Has oído hablar de Fidji Simo?
Si no, déjame contarte un poquito sobre esta mujer increíble: su camino me inspira mucho, y creo que vale la pena celebrarla cuando hablamos de liderazgo femenino.
Fidji nació en Sète, un pueblito pesquero en el sur de Francia — imagina olas, redes de pesca, el olor del mar… — y creció en una familia de pescadores. Lo maravilloso es que fue la primera de su familia en graduarse de secundaria. Luego estudió en HEC París y pasó un año en UCLA, viviendo ya el sueño de cruzar fronteras y aprender en diferentes culturas.
Su carrera empezó en eBay (sí, así como lo oyes), trabajando en estrategia. De ahí saltó a Facebook (hoy Meta), donde pasó casi una década. En Facebook lideró muchas de las piezas clave: el feed de noticias, los stories, los grupos, los videos, incluso lanzaron Facebook Live y Watch… todo eso bajo su visión. Fue una pieza fundamental para construir el negocio móvil de anuncios de Facebook.
En 2021, dio un salto gigante: se convirtió en la CEO de Instacart, la plataforma de entrega de comestibles. Bajo su liderazgo, la empresa creció muchísimo — y sí, dejó su huella. Pero su corazón no solo está en la tecnología: también cofundó el Metrodora Institute, un centro de investigación sobre salud, especialmente enfocado en enfermedades neuroinmunes. Esto no es casual: ella misma vivió un camino difícil con una enfermedad crónica, y decidió poner su experiencia para ayudar a otros.
Y ahora… redoble de tambores: en 2025 se une a OpenAI como CEO de Aplicaciones, para liderar no solo productos, sino operaciones, ingeniería y negocio. Sam Altman, el cofundador de OpenAI, dijo que su liderazgo es perfecto para “escalar 10x, o incluso 100x” la misión de la empresa.
Datos curiosos que a mí me encantan:
Su familia de origen pescador marcó mucho su forma de liderar: ella misma ha dicho que aprendió de su padre y su abuelo la filosofía de liderazgo del barco: “la tripulación va antes que tú”.
Para entrar a Facebook, inventó un producto durante un fin de semana festivo: creó una propuesta de “Facebook Stores”, grabó un webinar, hizo materiales de marketing… ¡y funcionó!
Es muy transparente sobre su salud: ha compartido en público sus desafíos por trabajar con POTS (síndrome de taquicardia postural) y cómo gestionarlo en un entorno tan exigente.
También es creativa: le apasiona el arte, ha hecho escultura, pintura… y ha estado en juntas como la del L.A. Dance Project o Cirque du Soleil.
¿Por qué su historia nos inspira tanto y habla del poder de las mujeres en el trabajo?
Pues mira: Fidji demuestra que no tienes que encajar en un molde. No llegó a Silicon Valley siendo una CEO típica: creció en un pueblo de pescadores, se enfrentó a problemas de salud, y aún así se atrevió a liderar en grandes empresas tecnológicas. Eso para mí es empoderamiento real. Además, su forma de liderar — con humildad, cuidando a su equipo como si fueran su “tripulación” — rompe con el estereotipo de liderazgo agresivo.
Es una prueba viviente de que una mujer puede ser estratégica, innovadora, compasiva y poderosa a la vez. Que puede transformar el mundo tecnológico y usar ese poder para apoyar causas humanas profundas, como la salud.
Así que, si estás leyendo esto: celebremos a mujeres como Fidji Simo. No solo por lo que han logrado en su carrera, sino por lo que representan: coraje, visión, empatía. Mujeres que lideran, que inspiran, que rompen barreras — y que nos recuerdan que el poder no es solo para quienes ya están arriba, sino para quienes están construyendo caminos.
